¿Sabías que la mayoría de las dueñas de negocios ocupan roles qué van desde cadete a CEO?

Muchas de ellas me cuentan que:

• Yo soy mi equipo, no tengo a quién delegar nada.
• No doy más y no alcanzo a concetrarme todo lo que quisiera en lo central que puedo aportar a mi negocio que es la visión, la creación y prestación de servicios.
• No delego casi nada, no aplico ningún sistema.
• No tengo un sistema para delegar.
• Soy Directora, coordinadora, creativa, manejo de redes, creadora de productos, organizadora, administradora de las finanzas.

Hacer las actividades en nuestro negocio está muy bien al principio, porque es necesario y aún no podemos darnos el lujo de contratar a alguien. Pero llega un momento en que tocamos el techo: no hay más tiempo ni cabeza para seguir creciendo.

Además por más qué creamos qué sí, no somos buenas en todo. 

Si queremos negocios que nos den más libertad, de tiempo y dinero, tendremos que construirlo de manera estratégica: identificando los procesos y optimizándolos. 

¿Para qué? Para delegar las tareas operativas (abandonar el rol de auto-empleada) y empezar a ser las CEOs de nuestro negocio.